La Asociación Mutual de Empleados de Comercio La Concordiense se fundó el 10 de septiembre de 2001. La fecha es muy cercana a uno de los momentos más oscuros desde el retorno de la democracia a nuestro país.

Si bien la Argentina soporta estoicamente crisis tras crisis, con una economía muy volátil, aquellos días fueron de los peores. El 1 de diciembre de ese año el entonces presidente Fernando De la Rúa y el ministro de Economía Domingo Cavallo implementaron por decreto el famoso “corralito bancario”. Confiscaron los depósitos y sólo podía retirarse en efectivo hasta 250 pesos semanales por persona, incluyendo los sueldos. Cavallo defendía el corralito diciendo que era para evitar fuga de capitales y tendría “una vigencia de 90 días para poder asegurar el buen funcionamiento de la economía y proteger los ahorros de los argentinos”. El fin era retener dólares para el pago de la deuda que tenía Argentina con el Fondo Monetario Internacional y otros acreedores internacionales.

Casi tres meses antes, por iniciativa del Sindicato de Empleados de Comercio de Concordia se creó la mutual, una entidad sin fines de lucro, prestadora de servicios para asociados al sindicato y al público en general.

Fue una jugada riesgosa en la segunda ciudad más poblada de la provincia de Entre Ríos, y una de las que tiene el registro histórico de mayor desocupación. De hecho, en aquellos días fue una de las primeras en registrar saqueos a supermercados y negocios, algo que en efecto cascada se trasladó a las grandes ciudades argentinas.

“Tenemos como guía la solidaridad y por finalidad contribuir con el crecimiento tanto material como de la salud de los asociados”, explican desde el portal de la mutual.

Y tienen un abanico de servicios en proveeduría de electrodomésticos, muebles para el hogar, gestión de préstamos. Brindan también atención de emergencias de salud, enfermería, sepelio, y cuentan con consultorios externos.