«Estamos sumamente orgullosos, sumamente contentos», expresa con entusiasmo la presidenta de la Asociación Siria de Beneficencia y Socorros Mutuos, Adel Kerbage. Los preparativos para celebrar este aniversario son intensos, pero también reflejan el sentido de legado que la institución ha cultivado durante décadas. Desde sus comienzos en 1925, la entidad se ha mantenido fiel a su misión de brindar apoyo social y cultural a toda la comunidad, sin importar su origen.

A pesar de las diferencias de climas y geografías, comparten una visión común sobre la hospitalidad y el compromiso hacia quienes llegan a Argentina. “Creo que todas aquellas personas que recibimos en Argentina de buena fe, queremos lo mejor para todos”, asegura, resaltando los valores que dan forma a la institución.

A través de sus actividades, la organización continúa preservando la cultura de sus fundadores, aquellos inmigrantes libaneses que llegaron en los primeros años del siglo XX. «Seguimos bregando por tener un futuro mejor, por dejarles un legado a nuestros niños, a nuestros jóvenes también», asegura la dirigente, con la esperanza puesta en las nuevas generaciones. La institución ofrece una variedad de servicios que incluyen clases de danza árabe, folclore, idiomas, y actividades deportivas como yoga y taekwondo, con el objetivo de mantenerse conectados con las necesidades y deseos de la comunidad local.

Sin embargo, los tiempos cambian, y las demandas también lo hacen. Si bien antes la entidad ofrecía convenios de proveeduría, en la actualidad su foco está en brindar espacios de encuentro. «Contamos con un salón de eventos, un salón con salas de ensayo», explica sobre las nuevas instalaciones. La comunidad, tanto árabe como local, se beneficia de estos espacios, que están abiertos a todos sin distinción. Además, han logrado fortalecer la relación con otras colectividades, creando un lazo de colaboración y apoyo mutuo. “Trabajamos en conjunto con las colectividades, como las españolas, alemanas, galesas, francesas, italianas”, resaltan, mostrando la unión que existe entre diversos grupos étnicos.

En cuanto a la representación interna, la entidad se enorgullece de contar con un equipo directivo diverso, que incluye a personas de distintas edades y géneros. «Tenemos desde una persona de 85 años hasta un joven de 18», destacan, subrayando la importancia de la participación juvenil en la vida institucional. Este equilibrio generacional refleja una visión inclusiva que permite a cada miembro sentirse parte activa de la organización.

En medio de los preparativos por su centenario, la institución también enfrenta una dura realidad: los incendios forestales que azotan la provincia. “Estamos sumamente preocupados”, admite Kerbage sobre la difícil situación. La solidaridad se mantiene vigente no solo en la ayuda a la comunidad local, sino también en la acción frente a las emergencias que golpean a la región. Como siempre, la historia de esta institución sigue escrita con esfuerzo, dedicación y un profundo sentido de comunidad.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en el programa Argentinos en el Mundo, en Radio Argentina (Resistencia, Chaco).